Hotel Rural El Corte - Casabermeja, Málaga

Francisco J.

Siempre he desayunado y comido allí habitualmente pues tienen buena calidad. Por ejemplo, que te cobren 1,70€ por un café solo pequeño en la barra no me parece un precio justo. Si la gente de paso lo paga que les vaya bien.

Lourdes (.

El restaurante es estupendo, se puede pedir menú entre semana o pedir a la carta. Todo está muy rico y las instalaciones así como el personal muy agradable. Tiene una terraza donde se puede comer o tomar algo. Las habitaciones confortables y limpias.

iliass H.

Paramos a desayunar, la verdad que el servicio y el tiempo de espera muy bien, pero el precio de las cosas es otro cantar, un café con leche 1'90 y un mollete de lomo en manteca 4'50 me parece algo excesivo dada la situación del hotel, a parte de que pedí una coca cola para llevar y me la dieron caducada y el precio fue 3 euros. En conclusión que me costó el desayuno 13 euros y con la coca cola caducada 16 EURAZOS. NO VOLVEREMOS.

Ana J.

Estuvimos de semana blanca, hotel impecable, comida exquisita y personal muy agradable y profesional, los desayunos LOS MEJORES QUE HE PROBADO. Muy recomendable. |Limpieza y venta de productos locales que emplean en su cocina. |Ha sido un descubrimiento.

Consuelo R.

He pasado muchas veces por allí y pensé que era una venta más de carretera.
Pero mi sorpresa ha sido muy agradable. Muy buena cocina, muy bien elaborada.
Sin duda volveré más veces a comer. El flamenquin mejor que he comido

Malaga E. L. M.

A pocos kilómetros de Málaga, en plena carretera, encontramos un auténtico tesoro gastronómico: el restaurante del Hotel Rural El Corte. Su apuesta por productos andaluces de calidad marca la diferencia en cada plato, y eso se nota desde el primer bocado.

Para empezar, su ravioli de chivo es un imprescindible. La elaboración de este plato es simplemente una locura, y más aún cuando ves que su precio es de solo 4,5 € la unidad. Le siguió un lomo de orza con patatas y pimientos del piquillo, increíblemente tierno y lleno de sabor.

Pero cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, llegó el plato estrella: un flamenquín cocinado a baja temperatura, relleno de jamón y pimiento del piquillo, acompañado de una salsa de queso azul que nos dejó sin palabras. Un verdadero espectáculo. No olvidéis probar su especialidad el chivo lechal malagueño!

Para cerrar la experiencia con broche de oro, disfrutamos de dos postres caseros que no podían faltar: la tarta de queso payoyo y el tiramisú, ambos de otro nivel y con un precio más que asequible.

El restaurante es amplio, el ambiente muy agradable y el servicio excelente: atentos, cercanos y siempre con el ritmo adecuado entre plato y plato.

Qué alegría encontrar sitios que cuidan cada detalle y hacen de la comida un auténtico placer. Sin duda, un restaurante para repetir.

Alejandro S. A.

Estuvimos hace unos días almorzando y la verdad que muy bien, nos recomendaron unos cachopos de ternera rellenos y no había probado un cachopo tan bueno como ese en ningún lugar!! riquísimo de sabor,textura y muy buenas recomendaciones y consejos para elegir la comida por parte del personal de sala. Volveremos

Esther

El personal parece que está enfadado, no sabes si pedir un café o perdón. El pitufo es minúsculo y el jamón transparente porque ni lo vi, 9 euros nos costó dos cafés, un pitufo (como al jamon) y una rebanada de mantequilla. Ahhh los productos que venden son exageradamente caros, lastima porque le hacen flaco favor al fabricante.